Si uno toma y analiza la palabra “amigo” con dulzura, sutileza, realmente desintoxicado de nuevos significados, va a encontrar una sensación grata; como de algo hecho a medida, para entendidos. Sin embargo debo admitir que el nuevo concepto de amigo favorecido por las tan en boga “redes sociales”, facebook a la cabeza, vienen limándome la tapa (entiéndase esta metáfora mecánica como “cansándome o fastidiándome”). Mi visión no es de un especialista ni de un Mesías de la Real Academia Española en pos del buen hablar, sino en cómo vamos confundiéndonos de a poco. Al parecer este asunto del Facebook es juntar amigos. Mandar solicitudes a distintas personas y ser aceptados como “amigos” o aceptar a alguien como tal. A mi me cuesta verlo de esa manera.
Les cuento una pequeña anécdota, días atrás estábamos con el grupo de clase, que uno tiene cuidado y con respeto llama “compañeros” sin atreverse a llamarlos amigos. De repente aparece por los pasillos del colegio una señora alta, de largas piernas y andar seguro. Después de sutiles comentarios acerca de cuán bien agradaba al ojo humano (especialmente masculino) las curvilínea figura en cuestión, todos coincidimos al unísono que no era alumna del lugar. Diferentes conjeturas se barajaron tratando de vislumbrar el paradero de la dama cuando de repente desde el aula hacia el grupo de nosotros sentados en el pasillo se lo ve venir a Luli. Uno de nosotros dice:
- ¿Conocés a esa mujer?
- Eh... – confundido Luli- sí, creo que ... sí. Sí , la conozca es amiga.
- Que!!! – dijo el grupo- ¿amiga tuya?
- Sí, es amiga . En Facebook...
En ese mismo instante la hermosa señora camina balanceándose frente nuestro y de Luli también sin siquiera mirarnos. Para mí, que no soy usuario de Facebook, la confusión fue total
-Amiga tuya, Luli, cortala loco, si ni te miró igual que a nosotros...
- Ah bueno, pero esto es así – dijo Luli, con cierta baquía en el tema- esto es Facebook.
Mi desconcierto fue total, y cuando iba a casa saboreando el último rubio del paquete reflexioné sobre la palabra amigo. Prefiero quedarme con el viejo significado, el exclusivo, el egoísta; aquél que se le otorga a la persona que forma parte de uno, a la cual se le conocen secretos y basta, muchas veces, una simple mirada para comunicarse perfectamente.
Amigos... ¿son los amigos?. Los de las nuevas redes sociales... no sé. Creo que uno no puede tener decenas, centenas de verdaderos amigos. Prefiero reservarme el término para aquellas personas especiales.
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